Día de la tierra 2020
La seguridad de nuestro sistema alimentario frente a los desafíos y riesgos que presenta el cambio climático depende, en gran medida, de la resiliencia o capacidad de adaptación de los cultivos principales ante las variaciones y el cambio climáticos. Por ello, son esenciales las investigaciones que realiza el CEIGRAM para estudiar los impactos y trabajar en la adaptación con el objetivo de contar con cultivos más resilientes.
Entre sus investigaciones destacan los estudios de adaptación de cultivos como el trigo, el maíz y el olivo. “La dificultad en recomendar medidas reside en que éstas no son universales, hay que estudiar cada combinación de cultivo y localización, y a veces también los diferentes suelos de una misma localidad” insiste Margarita Ruiz Ramos. Según la experta, en algunas ocasiones será necesario realizar un cambio en las variedades dentro de la misma especie e incluso cambiar cultivos en determinadas localizaciones.